Antonio Machado
En su poesía dice que su infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y es ahí donde nació este poeta en ella año 1875, cuya obra va de un modernismo inicial (quizás influencia de su amistad con Rubén Darío y con Juan Ramón Jiménez) hacia el 98, quizás por ver como paulatinamente se va desgarrando esa España de la que tiene que acabar marchando a morir a tierras extranjeras por haber cometido los delitos de ser maestro y de ser republicano, muerte que le sobrevino en Colliure, Francia, en el año 39, meses antes de que acabara la guerra, aunque las armas no callarán aún hasta 45 años después, que partió en dos a su querida España.
Y ese amor por España sólo tuvo un gran rival: su esposa Leonor, quien tristemente falleció a los 3 años de casarse, lo que le lleva a una profunda depresión y a un cambio de rumbo en su poesía, haciéndose más social, ya entrando en los grandes temas de los noventayochistas, temática en la que fue profundizando también a través de la correspondencia mantenida con otro ilustre del 98: Miguel de Unamuno.
Su poseía siempre está imbuida de un halo de melancolía y nostalgia, con muchos rasgos del simbolismo, éste es unos de los rasgos del modernismo que estarán siempre presentes, sin embargo al acercarse al 98, se acerca mucho a secuencias descriptivas muy próximas a la realidad, por ejemplo al reflejar los campos de Castilla, con su dureza y austeridad, aunque esto no deje de ser un símbolo bajo el que se esconde toda la realidad de España. También poco a poco se va incrementando su reivindicación social, muchas veces cargada de ironía.
Escribió algo de teatro en los años 20, casi siempre en colaboración con su hermano Manuel Machado, y también algo de prosa, destacando la que escribió como Antonio de Mairena, pero, sin duda su fuerte fue siempre la poesía, destacando Soledades, su piedra de toque dentro del modernismo, y Campos de Castilla, con la que inicia su etapa noventayochista.
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